El arte de escribir comenzó en Mesopotamia, concretamente en Uruk, con los sumerios formulando una estructura de registro de números, pictografía e ideografía en áreas de arcilla. La escritura, surgió en distintos periodos y poblaciones, aunque con diferentes signos, y permanentemente ha tenido la función de conservar el razonamiento humano y difundirlo a las posteriores generaciones.
La escritura siempre ha cambiado con el tiempo. A medida que se extendió a diferentes áreas de la vida, se ha adoptado e introducido en el derecho, el mercado, el aprendizaje, la religión, la narración, entre otras muchas. Cabe mencionar que, los primeros mecanismos de escritura empleados des del siglo VI hasta el siglo XIX fueron las plumas de ave que, tras la invención de las plumas de metal o plumas estilográficas, cayeron en decadencia.
La gente ha guardado diarios durante mucho tiempo, reflexionando sobre su día a día, aunque son pocos lo hacen día de hoy. Escribir un diario es una gran vía para mejorar el autoconocimiento. También lo es escribir cartas a amigos y familiares, crear recordatorios, escribir la lista de la compra o las tareas diarias pendientes, etc. Incluso las redes sociales se pueden utilizar para este propósito, sin embargo, nada como trabajar las ideas sobre papel a mano con una pluma estilográfica, pues ayuda a la estimulación cognitiva, potencia el aprendizaje y ofrece otros muchos beneficios. Además, cuando escribes a mano sobre un cuaderno puede invadirte una lluvia de ideas.
¿Por qué era tan importante la invención de la escritura?
Cuando en la antigua Mesopotamia, las familias empezaron a asentarse en granjas que rodeaban las ciudades, la vida comenzó a volverse un poco más complicada. Según los historiadores, la agricultura exigía experiencia y un registro detallado, dos elementos desembocaron de manera directa a la invención de la escritura. Los primeros ejemplos de escritura fueron los pictogramas usados para realizar el seguimiento del grano y los animales en los almacenes, ya que eran lo suficientemente grandes como para hacer que el conteo por memoria no fuera fiable.
Pocos miles de años más tarde, todo el mundo antiguo hacía esquemas de escritura que mejoraban de manera significativa la eficiencia de las economías, la responsabilidad de los gobiernos y nuestra comprensión del pasado. La historia es imposible sin la palabra escrita, ya que uno carecería de contexto en el cual interpretar la evidencia física del pasado.
A día de hoy, la mayoría de la gente habla solo para comunicarse, cuestionar o para quejarse. Pero escribir sobre algo a veces puede ser aún más efectivo. Poner en papel, o en una pantalla, lo que estamos pensando nos permite a ambos crear una nueva línea de pensamiento, y luego examinar y ganar aún más perspectiva sobre las cosas.
¿Por qué escribir a mano sigue siendo importante en la era digital?
Escribir, en el mejor de los casos, es una forma de reflexionar. Aclara nuestros pensamientos. Y, por supuesto, nos lleva a nuevos pensamientos. Incluso nos desarrolla cuando se hace bien. No es sorprendente que, a medida que la tecnología se ha ido integrando cada vez más en nuestra vida cotidiana, el tradicional acto de escribir con un bolígrafo o una pluma haya quedado un poco abandonado. La facilidad con la que se procesan los documentos de texto, así como el desarrollo de aplicaciones que nos permiten sincronizar nuestras notas en múltiples dispositivos, ha hecho que el propósito de la escritura a mano sea casi innecesario.
La escritura a mano sigue siendo una parte única de nuestra cultura e identidad a la que no deberíamos renunciar con tanta facilidad. A continuación, te presentamos las ventajas funcionales como creativas que aporta la escritura con pluma estilográfica:
Beneficio educativo
Escribir a mano sigue formando parte de nuestro sistema educativo, ya que los exámenes continúan siendo realizados a mano. A pesar de la incorporación de la tecnología, como las tablets en el aula, hay que seguir centrándose en la capacidad de los estudiantes para escribir sin la ayuda de la tecnología.
Beneficios cognitivos
Escribir a mano refuerza nuestras habilidades de lectura y procesamiento del lenguaje.
Escribir a mano puede tener varios beneficios cognitivos en comparación con escribir en un teclado o dispositivo electrónico. A continuación, se presentan algunos de los beneficios más importantes:
- Mejora la memoria: Escribir a mano requiere una mayor activación cognitiva que escribir en un teclado, lo que puede ayudar a mejorar la memoria. Al escribir a mano, el cerebro tiene que pensar en la forma y el tamaño de las letras, la ortografía y la gramática, lo que implica un mayor esfuerzo mental y ayuda a consolidar la información en la memoria a largo plazo. Las investigaciones han descubierto que la escritura crea vías únicas en el cerebro, lo que hace que los que escriben sus notas a mano recuerden el contenido más que los que las teclean.
- Desarrolla habilidades motoras finas: Escribir a mano implica movimientos finos y precisos de los dedos, la mano y el brazo, lo que puede ayudar a desarrollar habilidades motoras finas y coordinación ojo-mano.
- Aumenta la concentración: Al escribir a mano, se requiere una mayor concentración en la tarea en comparación con escribir en un teclado. Esto puede ayudar a mejorar la capacidad de concentración y atención.
- Fomenta la creatividad: Escribir a mano permite que las personas piensen más creativamente y se expresen de una manera más personal y única. Al escribir a mano, se puede dibujar, subrayar, hacer flechas, esquemas y otros elementos que pueden ayudar a organizar los pensamientos y estimular la creatividad.
Beneficios para la escritura creativa
Escribir con lápiz y papel ayuda a librarse de las distracciones del mundo digital. Cuando se escribe a máquina puede haber una tendencia a editar sobre la marcha en lugar de dejar fluir las ideas.
Aquí hay otra experiencia común para terminar, una que muchos de nosotros hemos experimentado cuando estábamos en la escuela y había un apartado en el examen de expresión escrita que se requería que desarrolláramos un texto. Ahí fue cuando realmente nos dimos cuenta de cuan vagas e incompletas que eran nuestras ideas. Nos arrollaba una sensación de pánico. La mente se quedaba en blanco, completamente desconectada o como si no hubiera inspiración alguna. Por ello, hay que impulsar la escritura con pluma estilográfica y que nunca se considere como algo anticuado, por qué el acto de escribir es maravilloso y necesario.