Si te gustan los bolígrafos o, los usas mucho, no te llevará mucho tiempo crear una gran colección de bolígrafos y plumas. En este artículo descubrirás como hacer para que tus bolígrafos se mantengan en las mejores condiciones y puedas utilizarlos de la mejor manera. Todo se basa en la calidad, cuanto mejor sea la tinta y más herméticamente esté sellada por dentro, es menos probable que la tinta pueda derramarse, o quede tirada por ahí. Hay algunos trucos que puedes usar para ayudar a preservar tus bolígrafos de tinta y que funcionen a la perfección cuando los saques del cajón. Por un lado, debe de hacer todo lo posible para evitar que el aire llegue a la tinta, dado que el solvente de la tinta puede evaporarse. Este problema es menor con la tinta espesa y aceitosa de algunos bolígrafos que con las tintas a base de agua de los bolígrafos y los bolígrafos de gel.
Guardar los bolígrafos de lado o con la punta hacia abajo.
La idea de la bola en un bolígrafo es actuar como una tapa permanente que atrapa la humedad y evita que entre aire en el cartucho de tinta. La bola es forzada contra la abertura u orificio por la gravedad, así que si almacena bolígrafos con la punta hacia arriba, la bola rueda hacia abajo, haciendo que el aire se mezcle con la tinta, provocando que el solvente se evapore.
Sumergir la punta del bolígrafo en cera.
Aunque la bola sirve de tapa, debe quedar lo suficientemente suelta para que ruede por la superficie y la tinta pueda redistribuirse. Esto, puede dejar una pequeña abertura para que escape la humedad, especialmente si el bolígrafo está de costado. Para evitar esto, coloca un poco de cera de vela o goma de silicona en la punta del bolígrafo cuando no lo vayas a usar por un tiempo. Debes mantener siempre las tapas de los bolígrafos puestas, especialmente con los bolígrafos de gel y de rollerball.
Mantener los bolígrafos en bolsas o recipientes herméticos.
La siguiente mejor opción es sellar los bolígrafos con para que el aire no pueda llegar a ellos. Coloca tus bolígrafos en una bolsa Ziploc, extiéndela y apriétala para expulsar la mayor cantidad de aire posible (o utiliza un sellador al vacío), y cierra la apertura. Recuerda que nunca debe de quedar oxígeno dentro, que es lo que seca la tinta. También puedes probar recipientes herméticos para almacenar alimentos o incluso tubos herméticos para cigarros para introducir tus bolígrafos preferidos.
Poner las plumas en el refrigerador.
Las temperaturas frías retardan la evaporación de los solventes, por tanto, la tinta debería permanecer “fresca” por más tiempo. Si un bolígrafo no escribe al sacarlo del refrigerador, puedes calentar la punta con un encendedor (solo unos pocos segundos) o ponerla en agua caliente.
Sin embargo, los usuarios de plumas estilográficas probablemente saben que ninguno de estos trucos se aplica realmente a estas. Por su parte, las plumas estilográficas deben vaciarse y enjuagarse con agua fría antes de guardarlas. Si se van a guardar por poco tiempo, puedes dejar la tinta, pero coloca la pluma en un soporte con la punta hacia arriba.