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PORTAMINAS TÉCNICO Y DIBUJO

El portaminas técnico es el instrumento favorito de los arquitectos e ingenieros profesionales. El portaminas se caracteriza por su constante trazo ya que la forma y el grosor no se deforma al usarlo. Esto supone un aumento de precisión en el trabajo y permite que el proceso sea cómodo.

Los mejores portaminas para dibujo profesional

Utilizar un portaminas de alto nivel puede predeterminar la calidad del resultado. Se debe de tener en cuenta los materiales en que este está fabricado y elegir el tamaño adecuado. Un buen protaminas permite realizar el trabajo con comodidad y los resultados son de alta calidad. Estos instrumentos se utilizan frecuentemente por ser fiables ya que el resultado es predecible. En Viena tenemos una gran selección de las marcas más respetadas del sector como Faber Castell, Pilot, Platinum etc.

¿Dónde comprar los mejores portaminas para dibujo profesional?

En las papelerías corrientes no suelen tener los mejores portaminas del mercado, y mucho menos si buscas uno específico para el dibujo profesional. Puede ser difícil encontrar un sitio donde adquirir un protaminas de la calidad deseada. Es importante que la marca cumpla con las características necesarias para realizar el trabajo correctamente. Nosotros trabajamos con las empresas más fiables del mercado que tienen una gran trayectoria. Puedes adquirir estos instrumentos en nuestra tienda física situada en Barcelona o si lo deseas también puedes adquirirlo a distancia en nuestra página web.

Una de las marcas de portaminas más recomendables para dibujo técnico es Faber-Castell su diseño con estrías para mejorar su agarre La ventana de dureza de la mina, Su goma de borrar extralarga: no te obliga a quitar el tapón, sino que está siempre disponible. Se extrae mediante sistema de giro

La historia de los portaminas técnico y dibujo

El primer portaminas que tenía un mecanismo que empujaba la mina fue patentado en 1822 por Sampson Mordan y John Isaac Hawkins. Juntos fundaron la empresa «S.Mordan & Co.», que siguió fabricando portaminas hasta la Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces, otras empresas han seguido mejorando estos portaminas y registrando diversas patentes. Los primeros modelos tenían alambres de más de 1 mm de grosor, pero se fueron haciendo cada vez más finos hasta llegar al mínimo de 0,2 mm que tenemos hoy.
Esto se debió en gran medida a que Japón era uno de los mayores consumidores de portaminas y necesitaba las minas más finas posibles, para poder escribir caracteres complejos con mayor facilidad.

 

 

 

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