Plumas de ave para escribir

Pluma de ave para escribir

Una pluma de ave es un instrumento que se utilizaba para escribir con tinta en el siglo VI hasta el siglo XIX antes de que existiese la pluma estilográfica. Hasta la actualidad es una de las herramientas favoritas por algunos profesionales de la escritura ya que tienen más flexibilidad que con la pluma metálica.

El tallo hueco de la pluma actúa como un depósito y la tinta fluye hasta la punta por la capilaridad. Las plumas mas utilizadas son las de ganso, y las mas costosas son las de cisne ya que son consideradas de la mejor calidad. También se utilizan las plumas de cuervo, águila, búho, halcón y pavo.

También te puede interesar: ¿Cómo escoger una pluma estilográfica?

¿Cómo hacer una pluma de ave para escribir?

A continuación, te explicaremos la manera de realizar una pluma de ave para escribir, para poder realizarlo es indispensable que uses una pluma de gran tamaño, debido a que vas a necesitar que tenga un mango largo para sujetarla.

En caso de que se te complique conseguir una pluma puedes comprarla en paquetes y así podrás probar con diferentes puntas y grosores, con un cuchillo debes quitar las plumas más cercanas a la punta que quede un espacio de 8-10 aproximadamente, con el fin de tener suficiente espacio para la mano una vez quitadas las puntas se debe limar con delicadeza hasta conseguir una superficie suave, se puede sumergir la punta en agua caliente para que se suavice y sea más fácil de tallar la punta.

La punta es la parte mas importante de la pluma y para conseguir que sea perfecta hay que realizar los siguientes pasos:

Corte ángulo 30º

Realizar un corte con un ángulo de 30º. De esta manera se obtendrá una punta muy afilada.

Hueco en la punta

Realizar un hueco en la punta, se realiza calentando una aguja y atravesar el centro de la punta con el fin que atraviese la queratina. Esto se realiza para que la tinta se almacene mejor en el agujero.

Afilar la punta

Limar la punta para que no esté tan afilada

Corte

Realizar un corte en el medio de la punta para conseguir dos partes iguales.

Flexibilidad

Redondear el corte lateral para que no quede recto, esto se realiza con una navaja bien afilada, esto se realiza para aumentar la flexibilidad de la punta. Aquí se determinará el grosor de la punta.

Calor

Para terminar, puedes someter la punta a calor para que se endurezca y dure más tiempo afilada.